El tiempo pasa inexorablemente en las escuelas Guatemaltecas,
los días se vuelven rutina; los
La conciencia del maestro entra en un profundo sueño, y el
diario vivir dicta que no hay mayor esfuerzo que hacer para educar a alguien
que está destinado a ser uno más del montón; alguien que no sueña, alguien que
tiene la misión de pasar por la vida sin vivirla y sin conocerla.
Los maestros se pierden en sus objetivos y en sus metas para
querer solucionar problemas de cobertura y comodidades de primera necesidad (falta
de salones, falta de escritorios, más maestros, etc.) se cansan, y en el
laberinto para encontrar soluciones se olvidan que a pesar de toda la
adversidad pueden iniciar una excelente formación si toda su energía se enfoca
en promover el desarrollo integral del niño. (Formar padres, niños, maestros,
autoridades)
Los maestros necesitan de alguien que los acompañe, de gente
que no dicte recetas, ni rechace su labor, gente que lo promueva, gente que sea
el despertador de esa conciencia que no ha desaparecido, sino que únicamente está
en un profundo sueño como un embrujo ante la indiferencia.
Olimpiadas Infantiles 2015, Maratón, rama Femenina. |
Como Centro Monte Cristo, sabemos que el cambio a una
educación con calidad está en manos del maestro, un maestro con conciencia de
su realidad, motivado a hacer su trabajo con entrega y pasión, motivado a soñar
sus propios sueños y los sueños de sus estudiantes, a ejercer un liderazgo
revolucionario de ideas y actitudes que aunque parecen de locos, pero son
actitudes humanas y solidarias con el niño y las comunidades rurales del
entorno.
Es así, como el Centro Monte Cristo, no sólo se dedica a acompañar
en cubrir necesidades físicas, básicas, sino que se enfoca especialmente en
fortalecer conciencias, para tener maestros y escuelas con vida; donde se
aprende a pensar, a sentir y a crecer.
Las escuelas que florecen, se ven mejor, siempre con limitaciones y
pobrezas, pero están limpias, ordenadas, con niños y niñas activos que cantan, bailan, declaman,
compiten, juegan, estudian y principalmente descubren que pueden soñar, que
deben soñar, que su maestro es ese punto de enlace con el que cuenta para
observar que el mundo es grande, pero que su acompañamiento le ayuda a descubrir
que el esfuerzo , el sacrificio, la entrega y la pasión son elementos que suman
para romper ese paradigma y alcanzar los sueños de una educación más humana, de
calidad, que nos lleve a alcanzar un mejor nivel de vida.
Nuestro qué hacer en Monte Cristo, es acompañar, es luchar
por el cambio, es desafiar las sentencias de la vida.
“Es más fácil desintegrar un átomo
que un pre-concepto”
Albert
Einstein.
AmaZA
Coordinadora Educativa CEMOC
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